Descanse en paz, Esperanza
Esperanza Elipe López-Peláez ha nacido a la vida eterna con 51 años, después de una dolorosa enfermedad que la ha tenido crucificada a la cama más de un año. Esposa fiel de Pedro, que la ha acompañado en todo momento, madre buena de Inmaculada y Almudena, que han aprendido de ella su fortaleza, cristiana convencida y ejemplar, ha recibido del Señor el don de la cruz y lo ha aceptado en todo momento.
La Parroquia llora su muerte, pero celebra también su fe. La fe de una gran mujer que fue una gran catequista de jóvenes, una buena profesora de Religión en el Colegio S. José de Calasanz durante muchos años, una mujer que vivió también la Palabra de Dios a la que ponía voz muchos domingos, y que se sintió unida a Cristo en la Eucaristía, a la que servía como ministro de la comunión. Un buen ejemplo para los novios, a los que dedicó muchos ratos como parte del Equipo de Matrimonios encargado de los Cursillos Prematrimoniales. Una mujer querida por todos los que la conocieron, y que ahora nos sigue queriendo a todos desde el Cielo.
Su familia ha hecho gala de la fe que Esperanza manifestaba. En la homilía de su entierro, su hermano Vicente, trinitario, ha destacado esta fe: "Esperanza me dijo muchas veces que ella nunca se preguntaría el por qué". El día anterior, el Sr. Obispo, en el tanatorio, consoló a sus familiares y dio muestras, con su presencia, del agradecimiento de la Iglesia a esta vida entregada como la de Jesús.
Nos ha dado a todos un gran ejemplo. Que ella siga ahora intercediendo por nosotros, hasta que la reencontremos en la Casa del Padre. "Porque la vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el Cielo". Amén. Hasta entonces, Esperanza.
posted by Parroquia at
1:16 p. m.
6 Comments:
Es muy duro despedir a un ser querido y sobre todo a una edad tan temprana Esperanza con 51 y Luis con 52. Siento profundamente lo que esta pasando su familia ya que la mia esta pasando por lo mismo. Esperanza y Luis que seais muy felices en vuestra nueva vida.
marisa.
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Anónimo, at 10:00 p. m.
Desde mi cercania a ella y a Pedro escribo estas linas para hacer una mención especial sobre la Homilia de su hermano Vicente en su entierro. Ha estado sensacional y me ha emocionado mucho. Demonos cuenta de lo dificil que ha sido para él hablar así de un ser querido. Animo Pedro y se fuerte.
Pedro
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Anónimo, at 5:46 p. m.
ESPERANZA ELIPE: UN CANTO A LA VIDA
No es noticiable amar la vida. En un momento en el que se hace apología de la eutanasia y salta a las pantallas los casos desesperados de las personas a las que se les ha quitado la vida; nos ha llamado la atención poderosamente, el caso de Esperanza Elipe, precisamente por todo lo contrario.
El pasado 20 de febrero se celebraba en la Parroquia de Santiago el Mayor de Membrilla el funeral por nuestra compañera Esperanza Elipe, maestra trabajadora, que ejerció su docencia en el CP “San José de Calasanz”, madre abnegada, esposa fiel, catequista ejemplar, simpática, alegre, generosa y muchas cosas más.
En la mitad de su vida, sesgada por un cáncer, terminó su actividad, sumida en coma durante los últimos trece meses, en el hospital. ¡Pero respiraba!, ¡pero era amada!, y los suyos la rodearon, le hablaban, la acariciaban, cuidaron hasta el último hálito de vida.
¡Ésta es la dignidad de la vida humana!, éste es el valor real de todo ser humano, desde que se engendra hasta que expira. Porque sólo somos en la medida que nos aman y amamos. A Esperanza la amaron y acompañaron hasta el final, lucharon contra la enfermedad, pero no contra la vida.
Es un grito de Esperanza para el futuro, la defensa de la existencia humana, en todas las condiciones, ¡por que sí! Ésas cosas sólo las entiende el amor. Ésa es la esperanza del género humano, sin más criterio que cuidar y proteger la existencia humana, mientras emita un soplo de vida. Es la esperanza de que la ciencia trabaje a favor de la vida, contra el dolor, la depresión, la soledad y todo aquello que pueda llevar a las personas a esbozar el deseo de su pérdida.
Una vez más, nuestra Comunidad Educativa, la del C.P. “San José de Calasanz” de Membrilla se queda sin otra gran profesora, pero nos queda su recuerdo, su manera de hacer y de relacionarse con los demás, nos queda su testimonio y el de los que la han acompañado en las horas difíciles.
Luis María y María José
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Anónimo, at 12:06 a. m.
Gracias a todos los que, pasando por este blog, mostráis vuestro cariño y respeto a Esperanza y a su familia, y lo hacéis saber de muchas maneras.
Yo tengo la convicción de que hemos asistido a algo grande, que no puedo explicar.
Quisiera tener también aquí un recuerdo para todo el personal sanitario que la ha atendido durante tantos meses de hospital. Hacéis posible que descubramos el sentido humano de la vida.
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Parroquia, at 5:28 p. m.
Nos gustaria si fuese posible y contando siempre con la autorización de Vicente, hermano de Esperanza, publicara en estas páginas,la homilía que dedicó a su hermana y familia el día de su partida. Consideramos que esas palabras llenas de tanto Amor,Fé y Esperanza son un canto a la VIDA, nos hará reflexionar a más de uno,a la hora de encarar la enfermedad en estos dias que tan poco valor se le dá a la vida. Además pone en la familia y en su unión uno de los pilares en los que debe basarse la sociedad. Ojalá, Vicente acepte esta sugerencia, confío en tí Juan para que se la hagas llegar.Gracias
Vicente y Lola
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Anónimo, at 8:16 p. m.
Antes de todo dar mi mas sentido pesame a toda la familia...
Esperanza fue mi profesora junto a su marido Pedro, durante EGB, fueron buenos profesores y mejor aún, buenas personas.
Nunca olvidaré los capones que me dió en clase de Religión, sus regañinas, porque no callabamos ... pero tampoco olvidaré sus palabras y su honradez.
Despues de preguntarme porque una buena persona tuvo ese final... Solo espero que el sufrimiento que tuvo hasta su muerte, haya valido la pena y ahora goce de vida eterna, allá donde esté.
Un beso Esperanza.
Tu alumna Eva.
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Anónimo, at 6:43 p. m.
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